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Reducir la huella de carbono de los animales destinados al consumo humano

Angela Schwarm, Live. H. Hagen, Sinéad Waters, Sharon A. Huws, Phillip B. Pope

Reducir la huella de carbono de los animales destinados al consumo humano

Timmy: ¿Por qué las vacas producen tantos gases de efecto invernadero? ¿Es posible hacerlas más respetuosas con el medio ambiente?

En muchas partes del mundo, consumir carne, queso, yogur y helado es una norma diaria. La mayoría de estos productos proceden de vacas domesticadas, con una población mundial de unos 1.500 millones de cabezas. Aunque los alimentos de origen vacuno son ricos en proteínas y constituyen un elemento básico de las dietas equilibradas, su producción a gran escala plantea importantes problemas medioambientales.

Uno de ellos es el metano, un potente gas de efecto invernadero producido por los microbios del rumen durante la digestión. Curiosamente, las vacas dependen totalmente de estos microbios para descomponer el alimento y convertirlo en energía; sin ellos, las vacas morirían de hambre.

Reducir las emisiones de metano de las vacas es fundamental para la producción sostenible de carne y productos lácteos, pero no debe perjudicar el bienestar de los animales. Los científicos están descubriendo cómo influye en la producción de metano una combinación de factores: los microbios del rumen, la composición de los piensos y la genética de las vacas. Para hacer frente a este reto será necesario estudiar los tres factores a la vez para encontrar soluciones eficaces.

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